viernes, 30 de mayo de 2008

Carta a Paula y Camila

Santiago, 24 de Mayo de 2008

Queridas Hijas:

Tantas veces les he escrito, les dije un día vuelen alto y orgullosas, visionarias como halcones, sean gaviotas en el mar, delfines tiernas amorosas y palomas que den paz; pero también les he dicho sean fuertes como leonas, gatitas tiernas cuando sea preciso y trabajadoras como hormigas.

Jamás desmerezcan a nadie, por más insignificante que les parezca, a veces en simples personas, encontraran sabios de la vida. Que la verdad reine siempre en ustedes, la alegría sea un estandarte, la tolerancia una virtud y el amor vuestras armas.

Paula, Camila, amores míos, son tantas cosas que quisiera decirles hoy, pero ustedes ya saben bien lo que mamá piensa de ustedes… son mis tesoros, Dios me bendijo con dos hijas maravillosas.

Se despide por hoy,

Mamá

P.D. No olviden levantarse a la hora para su jornada de estudios, mucho las amo, pero las obligaciones son obligaciones.

A ti tía Jimena

Hoy llora mi alma, la tierra se ve desierta, los pájaros no cantan,
el cielo es gris, a la gente no la veo, ya comienzo a extrañarte,
y tu cuerpo inerte yace.
Hoy la tierra te despide, los que te amamos aquí estamos,
pero en el cielo se abre una nueva puerta, que te recibe con cantos,
los ángeles abren sus alas, porque reciben a una mujer integra y buena,
Dios está sonriendo ahora, adornando el camino de rosas.
Junto a él serás feliz, tejiendo tus pañitos de hilo, que regalaras a los Santos pues ya no estás en esta tierra... Ya eres completamente feliz.