jueves, 30 de abril de 2009

MUERTE


Difícil es explicar cuando vivimos día a día al acecho de la muerte,
sentir la presencia de esa sombra cada noche y también cada amanecer,
es un sentimiento tan complejo, que faltarían verbos para describir.

Así lo veo desde el día sombrío de Enero, cuando una imagen
nuclear, lapidariamente me advierte que es un caso irreversible,
si por lo menos fuese mi irreversibilidad, y no la de ella,
tal vez mi egoísmo me hace verlo de esa manera, el egoísmo
de no querer ver partir.

La muerte se transforma en un ser despreciable, cuando afecta
la armonía de la luz, a veces se escabulle en un artificial signo de
tranquilidad y paz. En otras ocasiones se nota su manto asfixiante
y nebuloso.

He palpado la muerte ya varias veces estando sujeta a una realidad
que me envuelve, no la deseo cerca, pero se manifiesta una y dos
veces como queriendo inmiscuirse en mi incertidumbre.

Gran misterio la muerte, espeluznante para mí te has convertido,
quisiera tenerte como amiga, pero no puedo, quieres llevarte
al ser que más quiero.



JANETT

lunes, 27 de abril de 2009

PENSAMIENTO 50



Sensatez, que hermosa palabra, pero un día se fue por la ventana, el limón hacía
arrugar como oruga y el vinagre cerraba los ojos a la mañana.
Prudencia, me caracterizaba, pero me enredé en la misma enredadera y luego rodé
por las escaleras de la inconciencia.
Sabiduría, eso me faltó para saltar la valla, y ¡Vaya! Que me hizo falta.

DE SU VOZ



Hoy está triste, en su interior una leve antipatía a la crueldad de algunas situaciones, ¡Qué le podría quitar esa angustia que le desvela! tal vez escuchar recitada una simple poesía, le daría lo mismo que poesía fuera, pero… de esa persona que necesita, de su voz, aquella que acariciara como susurro aterciopelado; le daría igual lo que dijera, sería igual de conmovedor poder escucharle y no importaría el idioma, porque sabría que el timbre le llegaría como la savia misma.

Le gustaría subir al monte más lejano, respirar su mismo aire, soltarse las cadenas y descansar en la serena tierra húmeda; que un árbol añejo les cobije con olor
a tierra de esperanza, le gustaría que le atravesara su voz el alma y que se estremeciera el cerro completo y hasta su nombre.
Le gustaría que el poema fuese invencible, astuto y porque no corrupto, así llegase a su alma como suspiro brujo… saber por fin si le gusta más su cuerpo errante o su espíritu sereno, cerrar los ojos y esperar que le bese hoy, mañana y siempre.

domingo, 26 de abril de 2009

Y NADA PUEDO HACER




Te miro y el soplo de vida se escapa, te apagas poco a poco, tú que eras mi luz, mi estrella, ventanal que respiraba olas y viento marino. El brillo en tus ojos que eran
como espejos en los cuales me veía.

Y nada puedo hacer, tan sólo esperar, ¡Qué importa lo efímero, lo fugaz, lo cardinal!
¡Qué importa lo absurdo, lo superficial, lo intrascendente!
Ahora importas tú y mi corazón se quiebra, se despedaza y nada puedo hacer.
Y nada puedo hacer.

MI UNIVERSO, MI JARDÍN




Dejé mi corazón en ese universo, fui dando de mi lo que según yo, mejor tenía,
entregué mi alma sin recelos, no había en mí envidia tampoco celos.
Por una gota de amor yo vivía, por una chispa de sonrisa yo dibujaba,
era mi universo, mi escape, mi consuelo, era el jardín de mil colores
y cada flor era distinta y perfumada, me llenaba de olores y sabores.

Fui recolectando pétalos y lo mejor de cada flor; de la roja rosa su color,
del Alelí su aroma, del Clavel su candor, de las violetas su perfume,
del Girasol su locura por el sol y los fui guardando en un pequeño cofre
para cuando tuviera que partir, cupieran en mi pequeño equipaje de sueños y
soledades.

viernes, 24 de abril de 2009

SOPLIDOS DE CARICIAS




Con caricias de palabras en papeles de plásticos, día tras día:
lunes… que tengas un lindo día, martes… te extraño,
miércoles… pienso en ti, jueves… te quiero, viernes… un beso.
De lunes a viernes los carbones convertidos en diamantes, las
piedras en zafiros, y los corazones palpitantes.
Los soplidos son caricias que los transportan a ese mundo inventado,
sólo caben dos en él, dos, envueltos en susurros de ilusiones.
¡Viste como viajan! sí, viajan y pareciera que sus cuerpos toman
forma de gaviotas recorren mares, islotes de ensueños, se posan
en tierra y sus cuerpos se unen en el coloquio eterno.
Lunes… te pienso, martes… te amo, miércoles… no me olvides,
jueves… no te olvido, viernes… que tengas un hermoso fin de semana... sábado y domingo...volaremos.
Y vuelan golondrinas, y vuelan mariposas, delfines entonando
hermosas melodías.


JANETT, 28 DE NOV 2008

viernes, 10 de abril de 2009

POCA FE


La fe, palabra a veces fácil de decir, cuando estamos bien, con salud, con un buen bienestar y amor alrededor.
Pero cuando nos toca vivir un momento de dolor, de enfermedad o de carencias,
la fe entonces toma matices que ni nosotros mismos podemos comprender.

Señor he creído en ti toda mi vida, ¿Entonces porqué hoy dudo? Mi hija menor me decía ayer, “Mamá no busques un porqué” pregunta “Para qué”, Me quedé entonces pensando en todo lo que he sentido por ti a lo largo de mis años, y sin embargo Señor he dudado tanto estos días, las mismas preguntas que siempre me hacían a mí, ahora las hacía yo a ti.

Hoy recordamos tu pasión y muerte y yo aquí entre mis dudas y vacilaciones,
en escuchar a quienes creen en ti con la mayor de las convicciones y a la vez
escuchando a quienes me ponen a la vista que tú eres una invención de crédulos
ignorantes.

Te pido perdón, perdón por mis flaquezas, perdón por mi poca fe, perdón por no creer como lo hice ayer.

martes, 7 de abril de 2009


TOMO PAPEL Y LÁPIZ
COMIENZA MI TRAVESÍA

Es tan raro sentir luego expresar, la quietud de tu dormir me invade,
tomo el papel y el lápiz… comienza la travesía.
Las líneas toman forma como enredadera en la cornisa, avanza mi lapicera
y las ideas no son claras.

Tan sólo pienso en ti mientras duermes y respiras, nada vale en el mundo
más que tú en estos momentos, pero bien sabes que escribir ha sido mi
delirio, mi droga, mi alegría, saca de mí lo más profundo, lo verdadero,
lo real y lo ficticio, más hoy no sé porque me siento tan necia escribiendo,
porque mi energía debe estar para ti todo el día, pero mi cuerpo y mi alma
lo necesita.

La vida sigue su curso normal, cada cual con su rutina, nadie por ti se detiene,
sólo yo siento que me he interrumpido, como si en medio de la tormenta,
me quedase quieta bajo el alero mientras la lluvia cese.
Y quiero estar así, no me importa lo que afuera suceda,
hoy estamos en comunión tú y yo…
eso es lo que en parte me reconforta.

Quiero pensar en dos luciérnagas, que viajan de hoja en hoja, alumbrando un jardín de bellas y perfumadas flores, de calles oscuras o de catacumbas.

Janett, 4 de febrero 2009

¿Qué te puedo dejar?


Ayer poco antes que te fueras, entró a mi habitación la muerte, se sentó en a los pies de mi cama y me guiñó un ojo. Pero no te asustes, la muerte visita de vez en cuando a quienes de repente la llamamos, aunque tengo mis años, todavía no necesito de su presencia tan tangible a mi lado. Al final todos seremos saludados por ella en algún momento y es más llevados de su mano un día.
Por cierto, no es que la muerte me dijera “Jan” hoy por la noche vendré a buscarte, no, no me dijo nada de eso, es más fue como si no tuviera prisa en llevarme, pero me observaba con una cara extraña, como diciendo “ésta” está mejor ya para el otro lado.

En algún momento llegará, seguro me llevará y me encontraré tal vez con todos aquellos que un día partieron antes que yo, no sé si me estarán esperando o dirán
“uf, no… otra vez ella”, quizá mi abuela estará tostando harina, mi tía Jimena haciendo sus tejidos de hilo o mi primo Marco soldando largas rejas de amor en el cielo.

Pero hablando en serio, hoy quise pensar que puedo hacer mi testamento con tiempo, sé que no tengo nada de valor que dejarte, tal vez unos cuantos garabatos escritos cuando quise pensar que era poeta, unos cuadros mal pintados cuando pensé en ser pintora, una que otra alhaja que no tiene más oro que lo sentimental. No sé que dejarte, no sé que te pueda servir.

Un día intenté probar que la aurora se podía atrapar en una caja de cristal, o la frescura de la lluvia en una botella, pero ni la lluvia mantenía su frescura, ni la aurora su colorido. Tan sólo te puedo dejar quizá, letras sueltas en papeles viejos, al final nada nos llevamos, que todo lo material es de paso, hasta nuestros seres amados son prestados. Lo esencial dijo un día un autor, es invisible los ojos y yo encontré en ti lo que me hizo feliz , el sentimiento que se palpa con el alma, tal vez sólo eso puedo dejarte, el amor que te he tenido, el amor que te seguiré teniendo aunque la muerte me lleve hoy.