miércoles, 24 de marzo de 2010

Otoño

Se van desnudando aquellos árboles,
olas de viento desvisten sus cuerpos,
dejando sus ramas descubiertas
como mi corazón llano que te recuerda.

El aire tibio tan fresco golpea
y me trae de pronto tu aroma a menta,
que viene de lejos por corrientes,
lluvias, tempestades y olor a hierba.

Se van desnudando los Aromos,
flores silvestres de verano se guardan,
duermen aves hasta la próxima primavera,
duerme este amor que siempre te recuerda.

Y la lluvia se anuncia en el sur del mundo,
marcando sin prisa la despedida lenta,
ese amor fue y ahora es tormenta,
cielos grises se quedan en pupilas muertas.


JANETT
23 MARZO

Todavía

Le escribí tantas veces al amor,
y hasta yo misma me lo creía,
si hasta las melodías brotaban,
de cascadas claras y benignas.

Le escribí y seguiré escribiendo,
porque sé que en lugar no lejano
existe él y la palabra afable,
el alma y el olor a almendro.

Le escribiré al amor, aunque…
no lo vea y se diluya con el viento,
no lo sienta y sea sólo idealismo
de mi propio mudo casi ficticio.


Janett
11 de FEbrero 2010

Reflexión posterior al terremoto

Día 27 de Febrero, madrugada, comienza el sismo, todo se vuelve incertidumbre,
sabíamos que era algo más grande de lo habitualmente acostumbrados,
se cayeron muros completos, casas, edificios, literalmente se abrieron calles,
se cortaron puentes, el mar recobró su poderío y tomó posesión de
lugares que por años le pertenecía, y no contento con ello, arrasó con más.

Perdimos muchas cosas materiales, “cosas”, ¡de que servía tenerlas!, si muchas familias quedaron sin sus seres queridos con vida, fue allí que nos sentimos
completamente indefensos frente a un enojo (tal vez) de la naturaleza, nos sentimos impotentes, solos, incomunicados.
¡Incomunicados! Nosotros con la tecnología a nuestros pies, nos parecía inverosímil, no tener Internet, celulares, televisión, luz, agua.
El silencio reinaba, la oscuridad y el desconcierto nos invitaba a reflexionar, mirarnos hacia adentro, estábamos preocupados del vecino del lado, que nunca saludamos, quizá hasta de esa persona que tanto aborrecíamos, fue tal vez el momento para ver a quienes amábamos como una mirada minuciosa a nuestra alma escasa de sentimientos.
Y volvimos a la radio, ¡Qué paradójico!, Escuchar noticias por radio, único medio con el cual pudimos saber en parte que este sismo había sido un terremoto devastador, los que tuvimos la suerte de tener pilas y radio a mano pudimos saber que había sido una catástrofe enorme.
Fuimos en ese momento vulnerables, nos sentimos pequeños ante la furia de la naturaleza, pero a la vez sorprendentemente nos vimos más humanos, pensamos
incluso en aquellos que nos han hecho según nosotros… daño; no nos importó
que nos vieran en pijamas, sin maquillaje, sin esas ataduras, sin armaduras o mascaras diarias del vivir, el pudor se fue a la basura y por un día nos volvimos
más simples, afables y menos indiferente frente al otro.

Tuvimos entonces que decidir ser fuertes y optar por las soluciones inmediatas,
de nada servía valernos del otro, ahora era el momento de actuar, y actuar sin errores.

La inclemencia del desastre, del silencio, de la oscuridad, nos hizo sentir, y perder el miedo a la ridiculez, sentirnos más hermanos y más abiertos a solidaridad. Pero también el terremoto mostró dos caras, la mejor que fue la gran mayoría y la peor, que nos avergüenza (saqueos).

Tendremos tiempo para comprender y reflexionar con todo esto, aprender y poner en práctica una nueva visión de cómo vivir mejor con el del lado. Falta mucho por hacer, y no hablo de reconstruir casas, escuelas, edificios, puentes, carreteras,
hospitales, habló de reconstruir nuestras almas, ser más tolerantes, ser más receptivos de aquel que sufre, no regalar o dar lo que nos sirve como si limpiáramos nuestro closet, sino todo lo contrario dar, dar, dar, siempre, “dar hasta que duela” como decía San Alberto Hurtado, acopio sí, esos seres iluminados que siempre existen y que no sólo en desastres como éstos entregan amor, confianza, tolerancia, cariño, cordialidad, solidaridad y todo lo bueno que deberíamos ser día a día.
El terremoto no solamente movió la tierra, sino que movió nuestras consciencias,
volveremos a reconstruir aunque para eso signifiquen años, pero lo más
difícil es reconstruir nuestras almas que fueron remecidas y dejadas al descubierto.

Reconstruyamos entonces nuestras almas y corazones, pero desde lo más profundo, con mucho amor, fe, entrega y alegría, para que en un futuro no tan lejano, seamos capaces de afrontar un sismo de magnitud, con la certeza que nuestras almas serán imposibles de derribar.

Janett
10 de Marzo 2010

ARTESANO DE MIS LÁGRIMAS

Fuiste recogiendo de apoco, los cientos de pedacitos humedecidos por las lágrimas de olvido, ansias, desesperanzas, contradicciones, desaciertos y desamor.
Y en un cofre verde protegido de ojos curiosos y malsanos pensamientos, depositaste cada uno de ellos, los fuiste uniendo de tal manera, que se han ido amoldando a tu medida, exactamente como es tu esencia etérea.

Hoy no me queda más que ese cofre verde ilusión, donde esas lágrimas reciben el aire fresco, sano, pero intangible a mis manos heridas. Pero tengo la esperanza que mis versos lleven siempre la magna gratitud a tus manos, soplo, hálito y espíritu de artesano de mis llantos sin vida.

JANETT
13 MARZO 2010

Autoestima rota

Autoestima rota
(Relato breve)


Siempre tuvo la autoestima alta, no se sentía la Miss Universo,
pero sabía que valía, valía no por lo que representaba su aspecto
físico, sino por lo que sus valores, dones y capacidades le hacían
sentir… seguridad en sus pasos; sus convicciones siempre fueron
claras, no transaba nunca cuándo le decían “según como te
vistes te tratan”, eso no le calzaba, creía que lo importante
es como te enfrentas en el mundo, con seguridad pero con
humildad, “el sabelotodo” le cargaba, nunca terminamos de
aprender decía.

Se sentía igual y bien en todo lugar, ya fuera en un ambiente de gente
muy adinerada como también en un ambiente de gente muy pobre;
la vestimenta no tenía validez, usaba un jeans de marca
conocida, como también un jeans comprado en un “mercado persa”
y las joyas no fueron su prioridad.

Pero un buen día alguien que ella amaba se le ocurrió decirle
¡Qué gorda estás!
y desde entonces, su mente cambió y se mira al espejo y su autoestima
se rompió.
Se olvidó de sus capacidades y dones, de lo que realmente vale en esta
la vida pasajera en que todos estamos y jamás pudo superar el embate
que le repetía una y otra vez ¡Qué gorda estás!



JANETT
17 DE MARZO 2010

Silencio de amistad

Fue tan corta tu compañía
con ella el tiempo corría
cada día de ti aprendía
las maravillas de la vida.

Te alejas y me doy cuenta
no requieres de mí ahora
el hielo se alojo en silencio
ave de paso, dejando huella.

Y me duele esa ausencia
y tus pétalos cerrados
quizás abiertos a otro sol
que te entrega más calor.

Y el silencio es la clave
la usaste dijiste adiós
me dejaste a la deriva
sin saber lo que ocurrió.

ILUSA

¡Ay de mí!
Hoy le vi como nunca le vi,
su rostro acre,
equivocado.

A contraluz
traslucía
y por vez primera
centré mis pupilas.

¡Ay de mí!
Que todavía cree,
ese rostro que ve
es máscara
o es coraza.

Volverás

Y cuando eso suceda,
yo levantaré anclas,
para navegar,
sintiendo el aire límpido,
acariciándome el sol
y ver el crepúsculo
con ojos cristalinos.

Podré navegar
con rumbo certero,
sin miedos,
sin rencores,
con el azulino brillo
en mi retina;
con el espumoso oleaje
de mis razones,
con el susurro diáfano
del mar en mis manos.

Y estaré lejos
en el océano,
con mi piel tocándome
sin hacer daño,
y en sus brazos frescos
me acunaré sin descanso,
siendo de su pleno,
siendo de su alma,
caracola adherida
para perpetuarme
en el cielo rocoso
de su cuerpo amado.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Chile

“Chile fértil provincia y señalada
en la región antártica famosa,
de remotas naciones respetada
por fuerte, principal y poderosa,
la gente que produce es tan granada,
tan soberbia, gallarda y belicosa,
no ha sido por rey regida,
ni a extranjero dominio sometida”.
(Alonso de Ercilla)

Alonso de Ercilla y Zúñiga, en su obra la Araucana, describió parte importante de mi hermoso país; la gallardía del pueblo mapuche, yo trataré de expresar lo orgullosa que me siento de ser Chilena, somos un pueblo unido debido a que los desastres naturales siempre nos han marcado a lo largo de nuestra historia. Cuando algo sucede como el caso del terremoto y maremoto, del día 27 de Febrero del 2010 y vemos que nuestro mismo pueblo ayuda a los damnificados con amor, con emoción y voluntad, es para sentirse realmente orgullosos de haber nacido en esta tierra.

Conocer nuestro país es adentrarse a un lugar especial, el norte, encontraremos el desierto más árido del mundo, que cada año curiosamente florece, y es llamado el desierto florido, existen geiser, un valle, llamado el valle de la luna
que tiene una magia inexplicable. La madre natura fue generosa con nuestro país,
podemos encontrar no sólo desierto, también hermosos valles, Santiago es un valle,
rodeado de la Cordillera de lo Andes y Cordillera de la Costa, playas a lo largo de todo
nuestro país, playas de arena blanca, que a medida que avanzamos al sur,
son de arena negra, sus aguas son más bien frías pero para nosotros agradables todo esto debido a la corriente de Humboldt que se encuentra en el Océano Pacifico que baña todo nuestro largo y angosto país.
El sur tiene una maravillosa vegetación, bosques de pinos, araucarias y
una inmensa variedad árboles nativos, volcanes, islas, fiordos, lagunas, lagos, un cantidad de ríos que dan a cada pueblo su identidad.
El extremo sur tenemos las más hermosos parajes, La torres del Paine picos nevados
admirados por todo el mundo, la Patagonia Chilena, la Antártida y tanto más que podría contar.
Chile es un país para todos los gustos, todo dependerá de que necesites y llegaras
al lugar ideal y lo más importante es la gente de mi pueblo siempre te recibirá con
afecto y alegría.

Corazón trizado

Cómo volver pegar
el corazón roto,
si estalló de golpe
en varios pedacitos
que recorrieron
cada espacio del cuerpo
hiriendo desde los ojos
hasta los muslos.

Tembló el esqueleto
y de pie seguía,
se hundía la tierra,
y el color negro
tomó ventaja
de aquel sol quemante
y tan brillante que reinaba.

Cómo volver a creer
que todo será blanco,
cuando vivió para estar allí
y se olvidó de si.

Cómo volver a soñar
que su mundo será nuevo,
los refugios encantados,
los castillos diseñados
se han trizado en mi pedazos,
como el corazón
que se ha quebrado.

Envejecer juntos

Quiso envejecer junto a él
más la vida dio otro giro,
¡“La culpa” a la basura!
Responsabilidades compartidas.

Quiso amarle y la muralla
volcó de golpe,
siempre estuvo la pared,
los ladrillos rojos
lloraron lágrimas granates
y quiso envejecer con él.

No golpes con manos,
no puñaladas con dagas,
los dolores no por caídas,
fue la indiferencia,
orgullo,
falta de espera,
incomunicación
y quiso envejecer con él.

El duelo será perpetuo,
carcomerá los átomos del cuerpo,
petrificará los pasos,
aunque la mueca idiota
siga como si nada.

Y te cuento…
ella espero siempre
envejecer con él.