¡Ay de mí!
Hoy le vi como nunca le vi,
su rostro acre,
equivocado.
A contraluz
traslucía
y por vez primera
centré mis pupilas.
¡Ay de mí!
Que todavía cree,
ese rostro que ve
es máscara
o es coraza.
miércoles, 24 de marzo de 2010
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