jueves, 10 de febrero de 2011

¡Oh Dios apiádate de mí!

¡Oh Dios apiádate de mí!

Algún día, como todos, deberé partir,
partiré y tendré que presentarme
y dar en un segundo el resumen de
una vida terrenal.


Entonces,
Qué le diré al creador del agua transparente,
que sació mi sed durante mi estadía.
Al que me entregó la viva llama de fuego,
para que pudiese yo amar y ser lumbre
para aquellos que a mi alrededor siguieron
la flama.
¡Cómo explicaré mi vida en la tierra!
Si me entregó la inmaculada blancura
de un vocablo que saldría de mi boca;
y llego a él con manchas oscuras
que de mis labios salieron.
Y en mis manos un azadón,
para esa tierra que me mostraba
la grandeza de dar,
otorgar y deslizar…
De esas aguas claras que un día
contribuí a contaminar.
Y el misterio de crear que me otorgó,
lo desperdicié convirtiéndolo en ira
y desazón.
Qué le diré…
Que mis campos florecieron y la cizaña
les ganó, que dos por dos son cinco y
no cuatro.
¡Oh Dios apiádate de mí!

lunes, 7 de febrero de 2011

De mi amigo y hermano Franklin

Sutilezas introspectivas... versos para ti y refrigerios para tu alma de quien también te ama: tu hermano.

Parco y en medio del silencio
se perdió su mirada en lo infinito
de tus ojos,
porque hurgar en ellos es penetrar
en cada espacio de tu alma
y perder nociones del tiempo

Y... logrado, un jardín de bondadosas
y perfumadas flores halló en cada lugar
para el deleite de ver y comprender
la hermosura en cada dimensión interactiva
de tu ser.

Eres hermosa... de la cabeza a los pies,
y trascendiendo lo tangible, lo eres más
en el espíritu por donde discurre toda
claridad conceptual y virtud
que son adornos en el esplendoroso jardín
de tu vida.

Y, hallando un tesoro en tu alma...
... emocionado y trémulo se acercó
para darte un anhelado y hasta entonces
reprimido beso.

¡ Albricias !, que reciprocidades ocurren
cuando dos corazones tipifican el galope
de corceles juguetones y enamorados.
Es cuando de eternidades se funden
en un solo sentimiento para vivir el trueque
de labios en ese apasionado y dulce beso.

¿Después ?, ¡ qué importa un después si la
reciprocidad es eterna y se vive cada vez
con más intensidad !. Es el amor. Llegó a
tu vida el amor y te toca vivirlo ...
... con intensidad, hermana del alma.

Dios te bendiga cada día y noche de tu vida amada hermana.


Franklin