NO IMPORTA
Que la luz pierda el lumen de tu voz en la distancia,
y mis percepciones sean solo un eco que se difunde
y confunde entre el silencio de tu amor y mi soledad.
Si mi espíritu desfallece y no logra salvar mis lágrimas
llenas de inmensidad por tus circunstancias y mis penas.
No importa. No importa dulce armonía que cristales
amargos se desplacen por las orogenias de mi rostro
toda vez que acudes a mis pensamientos y dubitaciones.
Nada importa si al final te llevo conmigo en mi corazón...
... para siempre jamás. El amor es así de purísimo,
acrisolado y limpio cuando es el camino que conduce
hasta... Dios.
Franklin
miércoles, 20 de marzo de 2013
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