sábado, 5 de diciembre de 2009

NO DIJO NADA


No tengo mucho que decir,
tal vez se agotó mi voz,
o mi corazón se resecó.

¡OH! Corazón que duele.
El caminar se hace tan lento
y he cruzado en una hora
toda la vida;
por la tarde me habló el silencio
con voz muda.
No dijo nada y nada digo,
porque nada tengo que decir,
todo lo he dicho.

Quizá mañana despierte con el alba,
los gorriones canten en mi ventana
y un rayo de luz entre y me despierte,
con su tibio calor…
de la mano de la brisa.

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