Segunda oportunidad
Otoño llegaste y te alojaste
en la piel cansada y reseca
por el frío de la indeferencia;
pliegues en la frente
y nieve que cubre las sienes.
Los ojos dos círculos…
de parpados adormecidos
y lasitud en las comisuras
dan aspecto de soledad y derrota.
Y los bosques se divierten
al ritmo que el viento les lleva,
mientras la espera se hace
cada vez más incierta.
A lo lejos un suspiro se escucha,
un ápice de luz casi divino
penetra en el alma hambrienta,
y la vida entonces, quizá…
le entregue una segunda vuelta.
La devoción levanta
y puede más que la soledad
incrustada y agreste,
como pasión indeleble
devuelve al corazón la vida.
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1 comentario:
Entre figuras y sentimientos, plasmas tu pensar, para satisfacción poética del lector.
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