jueves, 30 de septiembre de 2010
Seré breve/ pensamientos nocturnos
Seré breve
Llueve y cada gota golpea sobre el techo, caen por las canaletas,
y mis oídos con cada gota me llenan de recuerdos recién vividos.
La voces me van replicando, una y otra vez, que no sucederá,
todo es tan efímero que es un charco que se seca con
la salida del sol el día después de las caídas de chubascos.
Seré breve
No puedo tocar el cielo con mis manos, al sacarlas por la ventana,
se mojan de la angustia que ese resonar aturde, bota, carcome,
y la voz sigue en la línea calcada como si el murciélago se
apegara a la piel blanca cegado por la luz de una verdad que duele.
Seré breve
La calles y los montes, los ríos y los mares, el cielo y el desierto,
tormentas y nubarrones son los testigos de la complicidad que se
esconde en el delirio de una ser que no quiere que la lluvia se
convierta en enemiga. El dulce tintineo, sea de acogida y deje
que se transforme en un canto de niños que haga dormir
sin despertar con las manos vacías.
Seré breve
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