De usted tantas cosas sé... me separan,
años, miedos, seriedad y costumbres,
su temor a quererme allá en las cumbres
y al amor que un día… dos se juraran.
No nos separen montañas ni aduana,
que no nos separen campos andados,
que no nos separen vida y candados,
¿Quién tiene seguro el hoy y el mañana?
Yo no amo sus años, amo su esencia,
su cuerpo, su mente y serenidad
y arraigado ya en mí a perpetuidad,
porque lo amo a usted aun en su ausencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario