jueves, 2 de julio de 2009

EN DÍA DE LLUVIA (ESCUCHANDO A BOCCELLI)




Advertirme a su ternura en mil adagios y con ramos de locuras de voces escondidas en suavísimos solfeos, sus labios saciara la sed de la noche larga.
Si mis caricias se esfuman en el olvido de la nada y no puedo cobijar ni siquiera el recuerdo, de que me sirve estar en el anonimato, de que sirve ésta voluntad de alcanzarle sin tocarle.
La transparencia se advierte entre la lluvia, la voz incesante de las gotas en las tejas, tintinean en mis oídos palabras de consuelo, que me ayudan a ver un mañana distinto.
Se enredan las palabras al ritmo de los vientos, se confunden las ideas con tormenta de bellos truenos y yo aquí en la jaula sin trinos que despierten, y yo aquí sin verle, sin sentirle, sin sus besos.

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