El Zorro y las ovejas de don Saturnino

Érase una vez un zorro muy travieso, le encantaba molestar a las ovejas de don Saturnino, todos los días se sentaba a la espera del rebaño que salía a pastar por los cerros.
Las ovejas ya cansadas de que aquel zorro mordiera sus patitas riendo a carcajadas, decidieron en conjunto que para poder saber que venía el zorro y así ellas estar preparadas, sería ideal una alarma que les indicara la presencia cercana del zorro.

Idearon entonces colocarle en la cola una campanilla, así cuando el travieso zorro Doroteo se acercara, ellas tendrían tiempo de balar muy fuerte para que don Saturnino viniese en ayuda.

Todas muy contentas por la gran idea, fueron en busca de la campanilla famosa,
Ahora bien dice Martina la ovejita más habilosa del rebaño…
- ¿Quién le pondrá la campanilla al zorro?
- ¡Todas enmudecieron!

Y cuenta mi abuela que todavía se ve por los cerros al zorro mordiendo las patitas de las ovejas y carcajada limpia.

Y colorín colorado este cuento ha terminado.