La mente es velero que juega a favor o en contra según el viento que la dirija,
a veces me lleva por olas furiosas esas que me envuelven en espuma, me ahoga,
me estremece y me apasiona.
Cuando veo que un remolino me sumerge a las profundidades, intento nadar hacia la luz que refleja el sol sobre las aguas, pero las ideas negras, apasionadas, e irreflexivas me arrastran nuevamente hasta la oscuridad de fondos marinos; allí también existen especies extraordinarias, sólo que no tienen la misma morfología que acostumbra a ser buena para los ojos de la cordura. ¿Cordura?
Y cuando el viento me lleva navegando por aguas mansas y acariciantes, esa mente inconstante que almacena miles de ideas, se aclara, se descifra, se transcribe y la pasión sigue latente pero con significado diferente y con locura. ¡Locura!
lunes, 27 de julio de 2009
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1 comentario:
"No nos separen montañas ni aduana,
que no nos separen campos andados,
que no nos separen vida y candados,
¿Quién tiene seguro el hoy y el mañana?"
En estos versos suyos me he quedado atrapado. Caminando por su blogs, grata ha sido la estadía. Vaya un abrazo cordial desde la tierra de Alfonsina hasta la tierra de Gabriela.
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