Quiero dormir tres días seguidos, y que mi sueño
venga paulatinamente escuchando el sonido
del mar.
Ese sonido acogedor que choca en las rocas, viene y va,
y se siente como sinfonía de ángeles en mis oídos,
embriagante a la vez, majestuoso y celestial.
Necesito dormir alejada del ruido en el cemento, quiero
esa paz que sólo siento a orillas del mar.
lunes, 30 de noviembre de 2009
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