miércoles, 4 de noviembre de 2009

Simplemente siempre




Día tras día fuimos construyendo,
mágicos parajes para adornar,
con suaves saludos de almendras
en la boca húmeda,
con tactos de miradas,
que quemaban.
Y me fui acostumbrando,
a tu presencia tácita
tantas veces esperada;
idílicos ruiseñores nos acompañan,
como si supieran…
Hoy contemplo aquella cordillera,
un salto y treparía hasta tu orilla,
el océano caminaría,
dando vueltas para buscar
en tu sonrisa mi sonrisa.
Tal vez verme
en el espejo de tu serenidad,
de tu constancia viva,
o de aquella voz que calma,
con sólo pronunciar la palabra esperada.
Vuelvo a calcar con mis manos
ese rostro tantas veces
dibujado con mi idealismo
y es entonces que siento y sé,
que simplemente siempre,
yo… te amaré.

No hay comentarios: