Siento…
la calma en mi interior,
aunque…
los remolinos estén afuera girando,
las aspas hacia la cordillera
y el viento viene del mar.
Voy sintiendo la cercanía al fin,
verde esperanza,
se va acoplando…
cristales penetran en el pecho
y el corazón henchido detona.
En un cambio paulatino y diferente,
ya soy… en el espejo de su alma,
ya es… en el murmullo silente,
la cima, él, la plenitud.
lunes, 30 de noviembre de 2009
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