miércoles, 24 de febrero de 2010

¡Cuál es el rumbo!

Como si el barco me llevase sin timonel,
tendría que ir donde la corriente o el viento me llevase,
pero como Dios nos pone como piloto en nuestro barco,
cuidemos de que ese rumbo sea el exacto, el correcto,
el certero.
¡Cómo saberlo!
No lo sabemos, y muchas veces equivocamos el rumbo,
dejamos la dirección para mirar le paisaje, o simplemente,
queremos que el viento nos lleve para no tener
en nuestros hombros el peso del impulso en el timón.
¡Cómo escoger!
Escoger la guía, el timón de la fuerza interior,
de la fe, de la verdad y de la esperanza.
Entregarme sin tinieblas, sin cuestionamientos, sin ser caudillo
de mi propia vida, decidir en conjunto con la luz divina,
no dejando el timón a la deriva.


JANETT
29 ENERO 2010

1 comentario:

Suso dijo...

Hola Jannet, llego un poco de casualidad, es que a veces me gusta descubrir nuevos blogs por la red cuando tengo algo de tiempo, aunque me alegra ver alguna cara conocida en tus seguidores. Me gusta tu blog y me quedo a leerlo y te sigo. Un saludo y por supuesto invitada si quieres pasarte.