A veces la musa me viene de golpe, no descansa, no para, no cesa, no quiere dormir y brotan de la nada las palabras, las ideas, las sensaciones, los dolores, los amores, los rencores, las fantasías, las idolatrías, los colores, los sin sabores.
Y como si fuera demente, se escribe, se escribe y se escribe, ¡No me digan que es locura! ¡No me digan que es tiempo perdido!, porque de lapsos yo sobrevivo, porque de letras yo suspiro. A veces también me alimento y a veces también duermo, y también trabajo y también descanso. Pero la musa me manda, me transforma, me dicta, me enajena, me despierta.
Y aquí estoy, como si fuese de día, con un teclado, porque hoy no escribí en mi cuaderno viejo que prefiero, en un sistema nuevo, una computadora fría e inerte, ¡Inerte!, Tal vez más tibia de lo que parece, porque en su cuerpo recibe mis pesares, y también algunas de mis alegrías. Sí ya sé, otra vez dirán, sí está más que loca, pero prefiero la locura a la cordura sin vida y sin salidas.
JANETT
SEPT 2009
PD: Érato no sé si agradecerte, no sé si odiarte.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
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