El sonido de aquella vertiente,
son y son que me llevan a ti,
es arrullo en el silencio acogedor,
donde el rostro se sumerge.
Ojos que miran cual claro verdor,
al salto de caídas en procesión.
Y sigue el tono generoso
que me lleva a tu bendita ternura.
Claridad de cascadas de amor,
verso suave que cae al son del agua
y con él…
tú al compás
de reflejos en el verde de aquel manantial.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario