LA ÚLTIMA ESTACIÓN

Caminaba bajo la sombra de pinos y el perfume de eucaliptos traían a su mente
años de juventud en el campo de un pueblito hermoso con su costa de regalo,
si hasta sentía el olor del embarcadero, que traían los frutos del mar.
Faluchos pintorescos, con sus pescadores quemados por la sal y el viento,
rostros firmes y de expresiones calcadas por cada salida a la mar.

El paisaje de cerros tan cercanos al mar, que le dan una belleza especial y el
olor impregnado en su mente, le lleva a una playa con requeríos majestuosos,
y allí se ve ella , en la arena negra, de granos brillantes que describen
lo original de esas playas, el viento que hace volar la arena pegando en el cuerpo.
pero nada de eso importa ella está con él.

¡Despierte! me dice un Señor, hasta aquí llega el vagón, es la última estación.

jANETT 2007