domingo, 21 de octubre de 2007

MUJER DE POCA FE

Hoy es el día, en que la nube gris azota en el crepúsculo de mis años,
me estremece la idea de ser una momia que en su sarcófago, inmóvil
divisa la vida que continua.
La vida es linda dicen muchos, también lo digo yo muy a menudo,
cuándo muy ligada a Dios me siento, cuando el espíritu divino me abraza,
y con un solo soplido, engrandece todo; mi alma se regocija, mi corazón vive,
late y entibia mi cuerpo. Cuando miro los ojos de mis hijas, un hombre
que es mi compañero, que pasamos y seguiremos pasando barreras,
pero con la certeza de que al otro lado existe el rayo que los ilumina.
Es entonces que veo todo tan distinto, la llama ardiente que
en mi penetra cuando estoy dispuesta, cuando simplemente abro mi
corazón y dejo que en mi fluya.

Pero hoy es uno de esos días, en que me cuestiono, en que mi poca fe
se apodera de mí y pido entonces perdón, perdón por ser mediocre,
demasiado humana e imperfecta, que al primer tropiezo claudico,
que me cuesta muchas veces avanzar, los peldaños se hacen cada vez más
infinitos, y no llego, no llego, no llego. En la cumbre todo se ve tan nítido
y transparente y no logro alcanzar la cima, retrocedo en lugar de avanzar.

Hoy es uno de esos días, que la única manera que encuentro es escribir,
pedir a Dios que no me abandone, sé que no lo hace, pero aún así siento la
necesidad imperiosa de pedirle que no lo haga.

Sé que mañana será otro día y la nube se disipará, entonces al leer nuevamente
estas palabras diré…

¡Mujer de poca fe!.

No hay comentarios: