domingo, 21 de octubre de 2007

SER MUJER


COMPENSACIONES

Ser mujer tiene sus múltiples inconvenientes, más aún ahora que el sexo
femenino se ha emancipado, ya no nos abren la puerta del automóvil,
no nos ceden el asiento de la “micro” (autobús) y muy pocos retiran
la silla para que nos sentemos, muchas veces quedamos embarazadas
antes de tiempo, porque falló la cuenta matemática o los famosos
anticonceptivos y lo más probable que nos pasemos la mayor parte de
nuestras vidas lavando caritas infantiles y levantando del suelo
constantemente juguetes y cuanta porquería cae al suelo y no en el
lugar preciso que deben estar.
Otras de las desventajas que tenemos las mujeres es el dolor mensual
que nos viene y de paso nuestros repentinos cambios de ánimo;
cuando llega el plazo fatal de nuestra capacidad reproductiva,
por cierto a veces suele ser una gran ventaja.

Pero dejando de lado todo lo antes mencionado y lo que queda por
decir, sin duda existen compensaciones y muy grandes.
La más encandilada y decididamente la más gloriosa la hallamos
paradójicamente y naturalmente en los hombres. Aunque todavía
no logro comprenderlos en su totalidad. Pero sin duda
me gustan ellos, cada uno tiene su toque especial y distinto.
A veces me desconcierta que de pronto son tremendamente gentiles
y alegres, muy seguros de sí mismos cuando en un dialogo algo que
he dicho les parece agradable a sus oídos; y en otras ocasiones pareciera
que los he insultado, y vaya que pareciera que el error es imperdonable
y lo peor es que ni siquiera sé, ni cómo , ni cuándo dije yo algo.
Sin embargo no dejo de experimentar gran admiración por los hombres,
la compañía de ellos es como la mejor medicina que se haya inventado,
es una dosis inyectable de "neurobiontas".

Es muy agradable conversar con una amiga, tomar una taza de café, y disfrutar
de una conversación amena y entretenida; o bien puede resultar un dialogo
inconexo y algo monótono.
Pero si en ese momento apareciera un hombre, por insignificante
que se le aprecie ( sin menoscabar a ninguno), nuestra actitud
seguro cambiaría, hasta nos vemos más bonitas, sonrientes y divertidas,
ingeniosas y amables. Es como una transformación automática sin darnos
cuenta siquiera.

¿Y ahora me pregunto en que otra cosa consiste la desventaja o el orgullo
de ser mujer?
Creo que más de inconvenientes es gozo de ser mujer por ejemplo
el poder realizar cualquier tipo de actividad o trabajo sin que nada
de ello sea impuesto. Obviamente nunca dejar de ser mujer, tener algo de
coquetería, sin abusar de ello, es maravilloso oírse llamar bonita y nada
incomparable para nosotras escuchar un “te quiero” que venga del hombre
y por sobretodo del hombre amado.

JANETT 2007

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